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El ácido hialurónico es uno de los ingredientes más conocidos y utilizados en cosmética, y también en medicina estética. En realidad, es una sustancia que está de forma natural en nuestra piel. Quizás por esto es un activo que funciona muy bien en todas las pieles. El ácido hialurónico tiene capacidades restauradoras y puede aumentar el contenido de humedad de la piel, calmarla y defenderla contra la pérdida de humedad. Es capaz de retener hasta 1.000 veces su propio peso en agua, lo que lo convierte en un hidratante óptimo para todo tipo de piel.
Además, el ácido hialurónico también proporciona una defensa antioxidante contra el ataque ambiental. Consumido por vía oral, a través de suplementos, el ácido hialurónico (tanto de bajo como de alto peso molecular) puede mejorar la capacidad de la piel para mantenerse hidratada, disminuir visiblemente la profundidad de las arrugas y la rugosidad de la superficie, y ayudar a reforzar la barrera protectora de la piel.
El ácido hialurónico es un glicosaminoglicano, una sustancia vital de origen natural que forma parte de la matriz de la piel. Como el principal glicosaminoglicano en la piel, el ácido hialurónico trabaja para mantener cada aspecto de la piel estable, protegido y constantemente renovado.
El ácido hialurónico también es un humectante, que es una categoría de ingredientes para el cuidado de la piel que son higroscópicos, lo que significa que extraen la humedad de su entorno. Los humectantes se encuentran a menudo en humectantes a base de agua, sueros y otros productos para el cuidado de la piel sin enjuague debido a su capacidad para ayudar a aumentar la hidratación para todo tipo de piel, lo que es especialmente beneficioso para la piel seca y deshidratada.
Junto al colágeno y los proteoglicanos, el ácido hialurónico da firmeza y elasticidad a la piel. Sin embargo, con el paso del tiempo, los tres van disminuyendo lo que provoca la aparición de los signos de la edad: arrugas, pérdida de volumen y elasticidad en la piel, flacidez y manchas.
El ácido hialurónico tiene un montón de usos, además de en dermatología y medicina estética, se utiliza en oftalmología.
En función de cómo estén entrelazadas las moléculas que lo constituyen encontramos dos tipos de ácidos hialurónicos: reticulado (moléculas entrelazadas entre sí), que se utiliza en medicina estética mediante inyecciones o infiltraciones para rellenar arrugas, y no reticulado (moléculas libres), que se usa en crema o comprimidos y actúa como captador de agua, para mantener y recuperar la hidratación cutánea.
Además, en función de su peso molecular, encontramos ácido hialurónico de bajo peso molecular que tiene la capacidad de penetrar hasta la dermis, rellenando arrugas y promoviendo la síntesis natural de ácido hialurónico en la piel, y de alto peso molecular que permanece en la superficie, sin penetrar, y actuando como hidratante.
El ácido hialurónico es un componente muy habitual en cremas, sérums, contornos de ojos, mascarillas… Así que es fácil encontrarlo en muchos productos. Es un componente adecuado para todo tipo de pieles, por su poder hidratante.
Sérum Hydrating B5 de SkinCeuticals
Mascarilla DO Antienvejecimiento de Marta Masi
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