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También conocida como ubiquinona, es una sustancia similar a las vitaminas y liposoluble, presente de forma natural en el cuerpo. La coenzima Q10 (o CoQ10) es un poderoso antioxidante (no tan bueno como la Vitamina C) y también tiene efectos calmantes sobre la piel. Diversos estudios han demostrado que la coenzima Q10 puede ayudar a mejorar la aparición de signos de envejecimiento. También hay investigaciones que muestran que los factores ambientales agotan la presencia de CoQ10 en la piel.
La coenzima Q10 es una sustancia soluble en aceite, similar a las vitaminas, que está presente en la mayoría de las células eucariotas, principalmente en la mitocondria. Las concentraciones más altas de la coenzima Q10 en el organismo están en el corazón, el hígado y los riñones. Tiene dos funciones esenciales: producción de energía y efecto antioxidante.
Pero, con el paso del tiempo se da un déficit de coenzima Q10, aunque hay otros factores que influyen en la disminución de la producción como el estrés, algunas enfermedades crónicas o ciertos medicamentos.
La coenzima Q10 se puede usar de forma tópica, ya que es un activo presente en cremas y sérums para el cuidado de la piel, y también, como suplemento (siempre son un complemento, nunca un sustituto y es mejor tomarlos bajo la supervisión de un profesional).
En su uso tópico, sus principales beneficios para la piel es el retraso del envejecimiento prematuro, al actuar como un antioxidante, haciendo frente al daño oxidativo que provoca el sol. Además, estimula la producción de colágeno y elastina, mejora la hidratación de la dermis y ayuda a unificar el tono de la piel. En definitiva, es un buen activo para proteger y tratar la piel del envejecimiento.
Es un activo que pueden usar todas las pieles, aunque está indicado, principalmente, para las pieles maduras, las que están envejecidas por el so y la contaminación, y las que quieren retrasar su envejecimiento.
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