Gastos de envío y muestras gratuitas desde 49€
Comer es esencial para vivir y tener energía para afrontar nuestro día a día. Pero, siempre que comes, ¿tienes hambre?
En ocasiones buscamos en la comida un premio a un mal día, al cansancio, al estrés… No siempre que comes en realidad tienes hambre físico, puede que tengas hambre emocional. Necesitamos alimentar esa emoción para sentirnos mejor. Además, existen otros tipos de hambre, como el hambre visual, que es el que se despierta cuando vemos alguna comida apetitosa, hambre por olores, que es el sentimos cuando pasamos por una panadería, por ejemplo…
Los ataques de hambre pueden hacernos sentir culpables después, sobre todo, cuando no estamos a gusto con nuestro peso. Una forma de controlarlos es darle a nuestro organismo los nutrientes que necesita en cada momento, mediante una dieta sana y equilibrada. Para evitar coger peso o adelgazar es importante seguir una rutina regular de comidas, y evitar la tentación de picar entre horas. Ahora que muchas personas trabajan en casa, es importante seguir con esa rutina de comidas, para evitar asaltar la nevera en cualquier momento.
- Realiza entre 3 y 5 comidas al día. El desayuno, la comida y la cena son las tres comidas esenciales. Pero ciertas personas necesitan tomar un tentempié a media mañana, sobre todo si se desayuna muy temprano y se come tarde, y a media tarde, si por el contrario, se come pronto y se cena tarde. Elige para los tentempiés opciones sanas como la fruta, frutos secos crudos, yogures naturales sin azúcar, mini bocadillo o tostada integral con pavo, aguacate… Repartir la ingesta de calorías a lo largo del día y seguir unos horarios fijos te ayudará a controlar el hambre entre horas.
- Mantente ocupado. En ocasiones es el propio aburrimiento el que nos lleva a comer y picotear constantemente. Si estás en casa, prepárate una rutina diaria, para estar ocupado: salir a pasear, leer, hacer ejercicio, ocuparte de las tareas de casa… Establecer objetivos es importante para tener siempre algo qué hacer.
- Reduce la ingesta de azúcar. El azúcar es muy adictivo, así que cuanto más le des a tu cuerpo, más te pedirá.
- Duerme entre 7 y 8 horas. Dormir poco o dormir mal también es otra de las razones por la que puedes tener hambre a todas horas. Además, si duermes más sentirás la necesidad de comer alimentos más calóricos, principalmente dulces y comida ultra procesada. Dormir correctamente le ayudará a tu cuerpo a estar descansado y no sentir hambre emocional. Aquí tienes algunos consejos para dormir bien y productos naturales que te pueden ayudar a conciliar el sueño.
- Evita el estrés. Cuando estamos estresados o sufrimos ansiedad también tendemos a comer más, y además peor, optamos por alimentos ricos en azúcar o carbohidratos. Aquí te contamos algunos consejos para controlar el estrés.
- Quita de tu vista las tentaciones. Esconder las galletas, las patatas fritas y todos aquellos alimentos que nos suelen despertar las ganas de picoteo es también muy efectivo.
- Bebe agua y toma infusiones. Cuando sientas hambre, bebe agua y espera un tiempo antes de comer. Hidratarte bien, con agua e infusiones, ayuda a engañar al estómago.
Comentarios