Cómo proteger tu melena del frío

Cómo proteger el pelo del frío

La piel no es la única que sufre los daños derivados de las bajas temperaturas. Los expertos siempre inciden en la importancia de cuidar bien la melena durante el verano, pero en invierno también es muy importante dedicarle atención y darle los mimos que merece. Los cambios bruscos de temperatura provocados por el frío y las calefacciones hacen mella en nuestra melena, que acaba por resecarse y volverse quebradiza.

Aunque te apetezca darte una ducha bien caliente mientras fuera los termómetros marcan temperaturas mínimas, lo cierto es que no es muy buena idea. El agua muy caliente no le hace ningún bien a nuestra salud capilar, pues aumenta su porosidad de modo que se acaba resecando todavía más. Si a esto le sumamos la caída del cabello provocada por el viento y otros agentes externos, el resultado es una melena debilitada, encrespada, con menos volumen y deshidratada. ¿La buena noticia? Que podemos combatir todo esto con una buena rutina de cuidados.

Consejos para cuidar el cabello cuando bajan las temperaturas

-Hidrata tu melena más que nunca: si queremos evitar el cabello quebradizo, la hidratación es fundamental. Las mascarillas capilares son tus nuevas mejores amigas para mantener el cabello bonito. Se recomienda aplicarlas cada 15 días aproximadamente, y por supuesto, hacer uso del acondicionador en cada lavado.

-Utiliza productos específicos para el encrespamiento: uno de los problemas a los que se enfrenta la melena en invierno es el encrespamiento y la electricidad estática derivados, entre otras cosas, del uso de gorros, sombreros y bufandas. Tras el lavado, te recomiendo aplicar siempre productos de acabado como cremas sin aclarado, sérums o aceites. Notarás la diferencia.

-No abuses de planchas ni secadores: en esta época del año no suele apetecernos mucho dejar secar el pelo al aire libre y recurrimos al secador casi siempre. El problema es que tendemos a ponerlo a una temperatura bastante alta y muy cerca del pelo, que se acaba dañando y viendo más seco. La solución, secarlo con una temperatura más baja y acabar aplicando un poco de aire frío para cerrar las escamas. Tampoco uses de manera frecuente las planchas y si vas a hacerlo, aplica siempre un protector térmico. 

-Atención al lavado: por muy tentador que suene, evita lavar el pelo con agua muy caliente porque de este modo las escamas que lo componen se separan y se acaba volviendo mate. Lo mejor, el agua templada. En cuanto al champú, utiliza uno suave con agentes nutritivos y reparadores, como los de ácido hialurónico o los hidrolizados de proteína de trigo.

-Aliméntate bien: la base de un cabello bonito comienza desde el interior. Además de proporcionarle todos los cuidados que te recomendamos anteriormente, asegúrate de llevar una buena alimentación en la que no te falten proteínas, zinc y azufre, pues intervienen en la síntesis de queratina. Esta proteína es clave para proporcionar brillo y resistencia a la melena.

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