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Después del parón del verano es normal que cueste coger el ritmo. Además, este año puede ser más complicado porque muchas personas vuelven a la oficina, después de mucho tiempo teletrabajando. A esto hay que añadir que en unas semanas entra el otoño, los días empiezan a ser más cortos, un hecho que también puede influir en el estado de ánimo. Algunas personas pueden ansiedad, problemas de sueño y de concentración… Te damos unos consejos para que cueste menos recuperar el ritmo después de las vacaciones.
En verano no somos tan estrictos con las rutinas. Nos acostamos más tarde, nos levantamos más tarde, comemos a otras horas… En el día a día, lo mejor es ser regular con los horarios para que nuestro organismo funcione mejor. Tener un horario regular ayuda a dormir mejor, evitar el hambre entre horas, etc. Lo ideal es adaptar los horarios de forma progresiva, adelantando la hora de acostarnos poco a poco, para que nos cueste menos madrugar.
Si durante el verano dejaste de hacer deporte, es el momento de recuperar las buenas costumbres. El deporte es esencial para el cuerpo y la mente y nos ayudará a recuperar el buen humor, combatir el estrés, dormir mejor y establecer una rutina. Lo ideal es realizar deporte al menos 3-4 veces a la semana durante 1 hora, y si no es imposible, al menos caminar 30 minutos, subir escaleras…
La vuelta de las vacaciones es también un buen momento para establecer nuevos retos y objetivos, ya sea para mejorar tu puesto de trabajo o tu vida personal. Podríamos decir que septiembre es ‘nuevo comienzo del año’ en el que puedes hacer cosas que siempre has querido hacer: aprender un idioma, apuntarte al gimnasio, empezar a meditar, cuidarte con una alimentación más saludable…
La semana suele hacerse cuesta arriba, sobre todo al principio, por eso es aconsejable descansar los fines de semana. Aprovecha para escaparte a la naturaleza o a algún parque donde disfrutar del aire libre, quedar con tus amigos y familia, visitar un museo o un mercado, montar en bicicleta, ver una película o leer un libro. Busca algo que te apetezca de verdad, para que te ayude a desconectar del día a día y cargar pilas para la semana.
Es normal que en vacaciones nos hayamos excedido con la comida o la bebida. A la vuelta toca cuidarse y recuperar los buenos hábitos alimenticios. Si comes en la oficina, dedica una tarde a cocinar platos saludables que puedas llevarte. Organiza los menús semanales para que puedas seguir una dieta equilibrada y variada que te ayudará a sentirte mejor. Limita la ingesta de alcohol y bebidas azucaradas y lleva siempre encima una botella de agua para hidratarte correctamente.
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