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En verano es más difícil seguir con la rutina y esto implica cambiar de hábitos también en cuanto a la alimentación. Las vacaciones y la relajación, en ocasiones, se traducen en una dieta menos cuidada y a la larga esto puede pasar factura, con un aumento de peso. ¿Qué podemos hacer para evitarlo? Ante todo, intentar mantener una alimentación sana y equilibrada, practicar ejercicio, descansar adecuadamente, compensar los caprichos con algunos sacrificios… También nos puede ayudar a no coger peso la nutricosmética, teniendo en cuenta que es un complemento de la dieta. Os dejamos algunos tips sencillos para evitar engordar en verano.
- Intenta mantener una rutina. Es normal que en verano nos levantemos más tarde, nos saltemos el desayuno, o comamos tarde, y luego piquemos algo para cenar. En la medida de tus posibilidades, intenta mantener una rutina de comidas con un horario más o menos estable para el desayuno, la comida y la cena.
- Incluye alimentos con alto porcentaje de agua y menos grasas. El calor nos obliga a beber mucha más agua en verano, para evitar la deshidratación. Además de beber agua, conviene elegir alimentos con alto porcentaje de agua, que tienen menos grasas. Frutas como la sandía o el melón o la papaya son estupendos por su alto porcentaje en agua y además proporcionan frescor. También verduras de verano como tomate, lechuga, calabacín, pepino…
- Evita los fritos y los platos muy elaborados. Aprovecha para disfrutar de comidas más ligeras y de elaboración más sencilla, evitando los fritos, los rebozados, guisos muy pesados, salsas…
- Evita las bebidas alcohólicas y azucaradas que aportan un alto porcentaje de calorías y sustitúyelas por agua. Si te apetece beber alcohol es preferible apostar por el vino o la cerveza, siempre con moderación, que por bebidas espirituosas que, además, solemos acompañar de refrescos.
- Elige picoteo sano para llevarte a la piscina o la playa: frutas, aceitunas, crudités, frutos secos… en lugar de patatas fritas.
- Busca una alternativa a los helados: granizados, helados de yogur y de frutas, smoothies… tienen menos azúcares y calorías que los helados preparados.
- Come despacio y de forma consciente. Masticando lentamente te saciarás antes y comerás menos. Es verano, no hay prisas, así que es el momento de empezar a practicar el slow eating.
Recuerda que todos estos suplementos son un complemento a tu dieta. No sirven de nada si comes de forma descontrolada.
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